miércoles, 21 de febrero de 2018

11º Contexto literatura Precolombina


La literatura Precolombina

Los hechos políticos y sociales

Conocemos como literatura Precolombina la etapa de la historia de América anterior a la llegada de los europeos. En 1492, cuando arribó la expedición de Cristóbal Colón,  el territorio americano solo estaba habitado por pueblos aborígenes. Tres de estas culturas, la maya-quiché, la azteca o náhuatl y la inca o quechua, habían alcanzado un grado notable de desarrollo: en la construcción de grandes ciudades con impotentes edificios, en la realización de obras artísticas y en la implementación de importantes sistemas para favorecer los cultivos y el bienestar de sus habitantes.
La civilización más antigua fue la de los mayas (1600 a. C.-1450) quienes habitaron en una región que en la actualidad forma parte de Guatemala, Honduras, Belice y el sur de México. Tuvieron su época de esplendor entre el siglo III y el IX d. C.

Las grandes civilizaciones precolombinas

Los antiguos mayas vivían en ciudades-Estado independientes entre sí. Cada una tenía su propio gobierno, pero todas compartían la lengua, la escritura, las creencias y muchas costumbres; y a veces se unían ante algún conflicto. La base de su economía era la agricultura y su principal cultivo, el maíz.

Entre los mayas se presentaron dos formas de gobierno: el teocrático, dirigido por sacerdotes, pues se consideraba que ellos recibían de los dioses el poder para gobernar a los hombres, y el civil, representado por el Halach Uinic o jefe supremos de la ciudad.

Los mexicas o aztecas (1325-1521) poblaron el centro de México. Según sus leyendas, arribaron a ese territorio guiados por su dios Tetzahuitl Teolt. En 1325 fundaron la capital de su Imperio, la ciudad de Tenochtitlán, la cual se construyó sobre una isla del lago Texcoco. Gracias a su poderío militar, los aztecas lograron someter a sus pueblos vecinos e imponerles tributos, destinados a la expansión y la construcción de su Imperio. La agricultura y el intercambio comercial fueron la base de la economía azteca. Uno de los rasgos culturales más distintivos del Imperio fue su lengua oficial, denominada náhuatl.

A la cabeza del Imperio azteca estaba el emperador  y, por debajo de él, una sociedad organizada jerárquicamente por los nobles, el pueblo y los esclavos. El protocolo de los mexicas era muy estricto. Así, por ejemplo, los únicos que podían dirigirse al emperador eran los nobles que conformaban el Consejo. El Imperio se dividía en comunidades o calpullis, cuyos pueblos tenían antepasados comunes. Cada calpulli tenía su propio dios, un templo, tierras que se trabajaban en forma comunal y un gobierno.

Los incas (1100-1532) ocuparon el occidente de América del Sur. Su expansón se inició en el siglo XII, con las hazañas realizadas por los habitantes de Cuzco, y finalizó en 1532, con las conquistas realizadas por los españoles bajo el mando de Francisco Pizarro. Según la leyenda, Manco Capac, casado con su hermana Mama Ocllo, fundó Cuzco por orden de Wiracocha, el dios inca creador del mundo.

 A la cabeza de su organización política, social y religiosa, estaba el Sapa Inca quien era considerado hijo del Sol. A su servicio estaban una serie de funcionarios, quienes se encargaban de hacer cumplir la autoridad y llevar, cada año a la capital del Imperio, ciudad de Cuzco, los tributos necesarios para su fortalecimiento.

Los incas idearon un sistema de caminos muy eficaz para la comunicación entre ciudades. El camino real o capac ñam salía desde Cuzco hacia los suyos, o divisiones territoriales del Imperio, y estaba conformado por diferentes senderos. Por ellos, se movilizaban los ejércitos del Inca, los grupos de trabajadores y los chasquis o mensajeros imperiales, con órdenes para los collcas para resguardar a sus ejércitos. También instalaron centro administratios o tampus para el control  territorial.




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